viernes, 8 de febrero de 2013

La empatía y tú.


¿Cómo aprovechar plenamente esa diferencia? El primer paso es reconocer la diversidad: todos somos distintos y por eso cada cual vale según diferentes criterios. El segundo paso es la tolerancia, el respeto hacia todos los que no son iguales a nosotros, pertenecen a otro grupo, tienen una nacionalidad o religión distintas. El siguiente momento supone un cambio muy significativo; mediante la empatía nos ponemos en los zapatos del otro: no sólo respetamos a una persona por su edad o condición, intentamos imaginar qué se siente estar en el lugar de un anciano, de un extranjero o de nuestro maestro de la escuela. El proceso culmina con el diálogo, en el que escuchamos las palabras de los demás y expresamos las propias.





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